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El estreno de Vidas Posibles ilumina la escena teatral local con una propuesta cautivadora que combina la actuación de Sandra Viggiani y Melisa Lara, bajo la dirección sensible de Verónica Manzone, quien también contribuye a la dramaturgia junto a Sara Spoliansky. Esta obra se adentra en el complejo mundo del recuerdo, la memoria y la revisión del pasado, invitando a los espectadores a reflexionar sobre lo que realmente significa vivir.
Vidas Posibles se presenta como una experiencia teatral rica en momentos de intimidad, profundidad, juego y humor. Las actrices abren sus archivos personales, desnudando sus emociones y recuerdos en un acto de vulnerabilidad que conecta profundamente con el público. Verónica Manzone describe el proceso creativo como un viaje a través de fotografías, cartas y recuerdos familiares, donde la improvisación da vida a rostros y situaciones olvidadas. Esta exploración del pasado se convierte en una celebración de la memoria y de las historias que nos conforman.
El escenario se transforma en un espacio evocador, donde cartas, luces, música y coreografías danzan en perfecta armonía, creando un despliegue teatral que despierta risas y silencios reflexivos. Viggiani encapsula la esencia de la obra al describirla como una “experiencia, revelación, conexión y juego”. El público se siente parte de una memoria compartida, evocando vivencias de la infancia, amores perdidos y conexiones que perduran a pesar del tiempo.
El aplauso final resuena como un testimonio del impacto emocional de la obra, que invita a los espectadores a examinar sus propios recuerdos y el “anarchivo” de sus vidas. Manzone define este concepto como lo que no puede ser capturado ni en una fotografía ni en papel, pero que, sin embargo, ha formado parte de nuestra existencia. Vidas Posibles es, sin duda, una obra que deja huella, recordándonos que la vida es indómita y que cada momento vivido merece ser recordado y celebrado.